Un día cualquiera a una hora cualquiera me voy a caminar,
Camino despacio escuchando una música para llenar mi alma,
Mi alma hoy se siente abatida y triste… pero viva.
Paro mis pasos y me siento en un muro a mirar el mar,
El mar, las gaviotas y el horizonte me llenan de paz,
Me recuerda a mi esencia, soy parte de la tierra… mi corazón
late en paz,
Y en ese momento giro la cabeza y veo mi cuidad,
Veo los coches apurados, la gente deprisa, el estrés del día
a día,
Y me vuelvo a sentir triste…
Me siento en el muro y pongo una pierna para la Playa y otra
para la cuidad,
Y pienso:
“Esta es nuestra realidad diaria, las personas, las
obligaciones, el trabajo, el mundo en el que vivimos… pero cuando miro al mar,
veo a Dios, a mi espíritu libre a mis sueños, mis ideas, mi libertad”
Es difícil escapar todos los días de la vida cotidiana y
conectarnos con nuestro ser, pero es tan necesario, es como la gasolina que
llena nuestra alma para seguir adelante y ver la vida de color.
Un día gris lo tiene cualquiera, lo que hay que saber es que
solo es un día gris, un día en el que todo lo que hagas, te dicen, y pienses te
producen pesadez… pero está el mar, el sol, y la naturaleza para recordarnos
que podemos con todo, la vida es para vivirla y es maravillosa.
Mignon
Preciosa reflexión. Te seguiré, a ti y tus letras. Besazo
ResponderEliminarMuchas gracias!! es un halago para mi que te gusten.
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