Erase una vez una rana que vivía muy alegre en una preciosa
fuente, llena de flores y de pájaros que siempre estaban revoloteando por ahí.
En la fuente también vivían unos peces, a esos peces no les
gustaba la rana.
La rana las incomodaban y les daban muchos quebraderos de
cabeza porque se pasaba el día saltando y bailando por toda la fuente.
Al amanecer la rana se pintaba los labios e iba saltando por
la fuente saludando a todos.
- - Buenos días, buenos y maravillosos días.
Los peces hablaban entre ellos:
- -Esta rana es insoportable, se pasa el día
haciendo ruido, saludando, pintándose y bailando, como si no hubiera cosas
mejores que hacer.
-Tienes razón – decía otro pez- no puedo con
ella, yo estoy todo el día comiendo y hablando con ustedes, no tengo tiempo
para semejantes tonterías.
La rana ajena a todos los comentarios y críticas de los
peces y demás ranas de la fuente seguía su día alegremente saludando, saltando
y bailando para los pájaros, las flores y los transeúntes que pasaban por la
fuente.
Era muy querida por todos
ellos y las personas que venían a darle de comer a los peces.
Un día los peces se enfrentaron a ella:
- - No nos gustas, no sirves para nada, no haces
nada, estas todo el día tonteando por ahí.
- -Si, a mí tampoco me gustas, te crees la más
guapa de la fuente.
Otra rana también vino e intervino en la conversación:
- -Es verdad te crees que eres mejor que todos
nosotros, que eres especial y diferente.
Todos la fueron arrinconando y hablándole con palabras de
desaprobación.
Al día siguiente la rana no se pinto los labios.
No saludo a nadie, ni bailo, simplemente se quedo quieta en
una esquina, callada y triste.
Ese día los pájaros vinieron a la fuente y cantaron pero la
rana salto.
Los pájaros les preguntaron a los peces:
-Donde está la rana saltarina?
- Hemos hablado con ella- contesto un pez- y le hemos dicho
que estamos cansados de tener que aguantar su actitud.
- Que le pasa a su actitud? – Pregunto un bello pajarito
azul- no les gusta?
- No, no nos gusta, es creída y esta todo el día armando
ruido e intentando destacar. Es
egocéntrica y nos cae fatal.
- Estamos de acuerdo- dijeron el resto de las ranas- se cree
la mejor.
Los pajaritos se miraron unos a los otros y abandonaron la
fuente.
Los peces y las ranas fueron a la rana saltarina y le
dijeron:
- - Ya ni los pájaros quieren saber nada de ti, se
fueron todos.
- -Si, ellos tampoco te soportan.
La rana saltarina empezó a llorar y se escondió detrás de una piedra.
Después de un rato decidió que al día siguiente se
levantaría e intentaría ser como el resto de las ranas e intentar ganarse a los
peces, que quizás ella estaba equivocada.
Y así fue, se levanta bien temprano y siguió a la masa, hizo
todo lo que hacían sin apenas hablar, el resto seguía ignorándola, y los
pájaros no volvieron ese día.
Día tras día la rana imito y actuó como el resto de las
ranas, y se fue apagando y llenando de monotonía.
Un día los peces vinieron muy enfadados a hablar con la
rana:
- -Por tu culpa ya no vienen los pájaros y las
flores han dejado de crecer y eso ha hecho que lo personas no vengan a darnos
de comer y estamos muy delgados y con hambre.
- -Sí, estamos hambrientos y no tenemos comida.
-
Tú actitud ha hecho que todos los pájaros se
fueran de la fuente cuando supieron como realmente eres –dijo otro pez de color
naranja.
Las ranas miraron a la ranita y le dijeron:
- - Es verdad por tu culpa hasta las flores se han
secado y ya no tenemos insectos para comer.
- - Es cierto, tu actitud inadecuada nos ha llevado
a esta posición.
- - Vete de la fuente –dijo la rana más fuerte y gruesa
de la fuente- no te queremos aquí.
Pero la rana saltarina, se escondió en su rincón llorando y
no se fue, no tenía a donde ir.
Pasados unos días y repudiada por todos decidió que era más
feliz cuando era ella misma.
Al amanecer busco su vieja barra de labios y se los pinto de
rojo, empezó a saltar y a bailar y saludo a todos los de la fuente.
- - Buenos días, buenos y maravillosos días.
Decidió que iba a ser feliz al margen de los comentarios de
los demás y volvió a ser ella misma.
La fuente volvió a
llenarse de nuevo poco a poco de pájaros
y de flores y los transeúntes volvieron a pasar y alimentar a los peces.
Los peces se reunieron para conversar:
- -Esta rana es insoportable, se pasa el día
haciendo ruido, saludando, pintándose y bailando, como si no hubiera cosas
mejores que hacer.
Y las ranas volvieron a ignorarla…
Moraleja: Sé tú mismo, Sé feliz, hagas lo que hagas te van a
criticar, así que No escuches, No veas sigue tu camino y da gracias por los que
si te valoran que son muchos…
Feliz Día!
Mignon.