Si con nuestras acciones, palabras destruimos a otra
persona, también nos los estamos haciendo a nosotros mismos.
Todo lo que hagamos nos viene de vuelta de alguna forma
tarde o temprano… nuestra salud se resiente, por los cambios químicos en
nuestro cuerpo al sentirnos así…nuestra alma porque nos empieza a pesar, nos
paraliza… y luego los remordimientos que aunque no los queremos sentir y
nuestra mente no nos deje reconocerlos, están ahí…
Todo esto lo escribo porque hoy leí un maravilloso texto que
decía así:
“Si yo te destruyo, yo me destruyo…Si yo te honro, yo me
honro”
Si… es verdad, para honrarnos a nosotros mismos debemos
honrar a los demás.
Las personas sanas no van por el mundo destruyendo la vida
de los demás, porque??... porque simplemente están amando su propia vida,
haciendo lo que quieren o pueden en su día a día para vivir, sobrevivir y ser
FELIZ…
Las personas FELICES, no tienen tiempo para destruir la vida
de los demás, porque gracias a Dios están disfrutando de la suya…
Feliz Día!
Mignon.
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